domingo, 8 de febrero de 2009

2ª Semana, Amanda

Casi nada, sólo tristeza, soledad y enfermedad…

Domingo por la noche, no tengo ganas de nada, la semana ha sido un poco dura, la verdad que como otra cualquiera. No tengo ganas de escribir aquí, simplemente lo hago para que sepáis un poco de mí. Pues os digo, ¿os acordáis que iba a salir a un pub? Nada. ¿Os acordáis que tenía una reunión que quizá era importante para mi carrera laboral? Nada. El lunes el trabajo, el martes, el miércoles…nada, nada. Es triste pero así ha sido mi semana.

Como ya os dije me acosté temprano el viernes noche, la idea de descansar me parecía genial, y la de salir al día siguiente aún mejor. Pero… (Siempre hay un “pero…”) el sábado me levanté con mareos, eran las 11 menos cuarto, y mi cabeza parecía que iba a explotar, tal como me levanté, con las piernas cansadas y doloridas, fui corriendo al baño. Me dio tiempo llegar al wáter y dejar allí lo poco que había cenado la noche anterior, las cuatro o cinco salchichas que con pereza me había hecho la noche anterior. Buag, ¡qué mal sabor de boca! Es horrendo, así que tras cepillarme los dientes me fui de nuevo a la cama. Y desde allí vi la tele, desde allí llamé el lunes al trabajo diciendo que no podía ir. La voz de la muchacha que me cogió sonaba desconfiada, como si no se creyera lo que estaba pasando. Seguro que era la malnacida que merodea por mi oficina. Al día siguiente o al otro, fui al curro y creo que fue la mañana con más preguntas de gente inepta que me he podido encontrar, me tenía que tocar a mí, aquel día encontrándome fatal y con decenas de personas contándome sus problemas. Joder, leeros un panfleto y callaros la boca. Ese mismo día me escapé para ir al médico y, automáticamente, me dio de baja y me mandó unos análisis y algunas pruebas para hacerme (como así fue) el viernes.

Es domingo y aún no me recuperé del todo, ya estoy harta de ver programas de salsa rosa, estoy harta de ver como nadie se acuerda de mí. He recibido una llamada en todos estos días, sí, es de mi hermano el creyente. Cree en no sé qué de la ciencia, vamos, alguna paranoia temporal, espero. Como podéis comprobar tengo un pequeño problema con las fechas, y es que eso de dormir por el día, despertarme a las cuatro de la mañana y buscar algo en internet por el aburrimiento, o madrugar sin saber por qué, desayunar a la hora de la cena, etc. Sí, todas esas cosas hice, y es que he estado bastante mala. Sin poder levantarme apenas, sin fuerzas para nada, sin ganas de comer (habré perdido al menos unos dos o tres “kilos”).

Estoy bastante triste, mañana volveré a ir al trabajo si me encuentro como ahora, pero no es por trabajo por lo que estoy “de bajón”. Es simplemente porque me encuentro sola. Estuve mala, muy mal y no había nadie que me cuidara, nadie que me trajera la comida a la cama, ni que me pusiera paños en la frente cuando me subía la fiebre de manera repentina. Estos días aproveché para mirar hacia dentro. Me pasé la vida con una coraza, intentando salir adelante, demostrarle a la vida que soy fuerte, que puedo valerme por mí misma, ser independiente. Y en una semana, todo se ha hundido, una semana en cama y he perdido mi identidad, esa fuerza que me diferencia del resto del rebaño, ese carácter mío. Es jodido ver cómo pasa la vida por delante de ti y no dejas una huella imborrable, ni siquiera una huella que dure 10 minutos. Eres una más y eso es duro. Qué hago con mi vida ahora mismo, es la pregunta que me estoy haciendo, no sé qué cambiar. Mi trabajo y mi esfuerzo no están dando sus frutos. Bueno, lo mejor será que me acueste, que esta semana puede que sea buena y bonita (de ilusiones también se vive). Espero no perder otra oportunidad como lo de la reunión.

Hoy hay algo que viene muy al caso, unas frases que tenía en la cabeza:


"Conozco la sonrisa brillante de las mañanas,

las tardes melladas, las desdentadas noches,

sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino,

sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,

sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca,

sé de las palabras inútiles como volutas de humo,

y de camas deshechas como lienzos desflorados,

sé de los bordes cortantes del canto herido,

sé de su demencial cordura,

desconozco, sin embargo,

ese rostro vagamente familiar,

que me mira a cada instante

desde el espejo."


Buenas noches, y no os preocupéis pero los médicos no saben lo que tengo, me hacen muchas pruebas y no sale nada, pero los síntomas están ahí. Algo raro tengo, algo tengo. Lo noto.

AMK

No hay comentarios:

Publicar un comentario